lunes, 9 de marzo de 2009

Tú, y el de los de espejuelitos, abran la puerta y vivan sin resentimiento

Por Leticia López

Recuerdo mi primera vez. Me bañaba sola en las duchas luego de regresar del campo -para despúes irme al “docente” a integrarme al grupo de los que hacían su Estudio Individual- cuando ella se me acercó por detras, desnuda, divina, dispuesta a todo, con tal de enjabonarme. Una sensación de miedo y placer me atraparon de súbito; confieso que temblaba, e igualmente fue increíble. Sin dudas, ella sabía que iba a conseguirme. Yo, aunque lo disimulaba – o intentaba hacerlo, algo que evidentemente no logré nunca-, en los pasillos de la escuela la miraba insistentemente por lo hermosa que era, y sentía un salto en el estómago al tenerla cerca, el que sin dudas disfrutaba con una enorme culpa. Claro que yo no quería reconocerlo. Me justificaba en todo caso en el hecho de que pretendía fuese mi mejor amiga, por lo que me inventaba el menor de los pretextos con tal de hablarle de lo que fuera, a pesar de que jamás logré hilvanar una conversación coherente y que durase más de cinco minutos, no tanto por su indiferencia, sino por mi nerviosismo. Sin embargo, en Güira de Melena, cerca de Bauta, en plena beca, en Habana campo, descubrí que era lesbiana. Por supuesto, pasaron muchos años antes de reconocerlo abiertamente. Me casé incluso con un buen hombre (bueno hasta cierto punto, como todo los hombres, con el que jamás el goce fue completo), y tuve un hijo que hoy vive lejos de mí, pero que me acepta tal y como soy. Finalmente un día, en Miami, conocí a Sandra, salí del closet, y desde entonces soy feliz, no critico a nadie por bajos instintos, y como me dice Santiaguito en bromas: “Desde que raspaste…”, la vida me sonríe porque me convertí en lo que realmente fui siempre. Por eso, le aconsejo a aquellos que viven reprimidos, que se abran. Estoy segura que esto les cambiará el caracter de manera favorable. Además, si se trata de algunos que escriben y pretenden marcar pautas de pensamientos, u orientaciones partidistas, a través de blogs polémicos, mucho mejor. El reconocer la verdadera sexualidad, clarifica las ideas, y los libera de todo hermetismo.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

En Bauta?
Ese pueblo esta PREMIAO!!!

Anónimo dijo...

En Bauta?
Ese pueblo esta PREMIAO!!!

Pipo Ruy dijo...

fantastico blog, me encanta. Pasare por aqui asiduamente!

besos

Anónimo dijo...

Te refieres a la del lejano oriente con apellido de guagua? Es cherna desde que nació.

Anónimo dijo...

mujeres + mujeres
hombres + hombres
mujeres + hombres

todo me parece igual y justo. ahora hace falta los mismos derechos para todos.
saludos

william Rios dijo...

muy interesante, mis padres jamas me ensenaron a odiar a homo ni lesvianas , ni pensaron que mi sexualidad fuera a cambiar por ser amigo de alguien , mis viejos estaban alante.